Nuestro proyecto de Otredad se disparó a partir de la curiosidad por la convivencia de conceptos aparentemente disonantes entre sí, como la pasión y la serenidad, sumado a que con el correr de los días advertimos un particular disfrute dentro de la disciplina rutinaria y elegimos destacarlo.
Con la intercalación de sonidos estridentes, silencios y la dulzura del clarinete buscamos potenciar el contraste anteriormente mencionado.
Optamos por mantener el cuidado en la paleta de colores adyacentes con la intención de generar un rasgo distintivo de El Bajón Producciones. Ponderando los marrones tenues característicos de la madera y la música académica.
En función de lo charlado en comisiones, cambiamos a un lente con mayor apertura y distamos a la figura del fondo. La poca profundidad de campo y el contraluz fueron recursos que nos permitieron, generando un clima con apariencia de ensueño, subrayar el disfrute de actividades cotidianas anexas a la profesión, como el cuidado del cuerpo, quitándoles la exigente carga negativa de una obligación para poner el foco en su costado placentero.
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